lunes, 4 de mayo de 2015

La murga

 
 

Presentación.

La murga es un medio de comunicacón, que se articula con lenguajes artísticos, transmite la canción del barrio, recoge la poseia de la calle, canta los pensamientos del asfalto. Es una forma expresiva que trasunta el lenguaje popular, con una veta de rebeldía y romanticismo. 
Con sus coplas satíricas y picarescas desde los tiempos de las colonias, los obreros se manifestaban en las calles, imitando las vestimentas de los grandes señores, pero con colores más llamativos y maquillajes más exajerados. Sus cuerpos hacían piruetas en el aire y sus instrumentos eran mayormente de percusión. 
Con el tiempo, estas costubres de agruparse y manifestarse con un caudal feroz de crítica continúo, fue pasando a las nuevas generaciones y estas le fueron agregando conceptos ideologicos más fuertes. Y desde el vestuario empezaron a reafirmar lo que se decía en el discurso.

 

Llevar la murga a la escuela.


“…es un error delimitar el mundo del arte y apartarlo de la vida. Creo que es un error confinar la enseñanza del arte a la apreciación de éste. Creo que el arte hay que practicarlo para poder apreciarlo y que quien lo enseñe debe ser compañero de aprendizaje del alumno. Para decirlo con exactitud, el arte llega por contagio y se propaga como fuego de un espíritu a otro.” 
Herbert Read

Entendemos que la murga es una expresión cultural que articula los lenguajes artísticos: corporal, musical y visual. A su vez sabemos que la escuela tiene como función generar espacios que permitan la apropiación de la cultura y los conocimientos científicos. 
Lo que pretendemos lograr es que a través de un proyecto artístico y creativo se pueda ampliar y diversificar el horizonte cultural de los niños y niñas a través del movimiento, la voz, la plástica, la música, el manejo de objetos y la construcción de imágenes tanto en lo individual como en lo grupal. Se trata del acercamiento a los/as niños/as de diversas expresiones culturales en forma variada. Además la inclusión de propuestas para enseñar las áreas como Matemáticas, Cs. Sociales, Cs. Naturales y Lengua, es una apuesta a concretar un derecho: el acceso de todos a las diversas manifestaciones de la cultura y hacer aportes para renovar los contenidos y las formas de transmisión en el ámbito escolar y no escolar. En este sentido, no podemos desconocer que la escuela tiene una serie de saberes sistemáticos que es imprescindible que transmita, pero también es muy importante reconocer que existen otros formatos y que ella puede constituirse en una propuesta enriquecida para los niños y niñas, si trabaja tendiendo puentes con otros espacios culturales. Poner a disposición otros lenguajes es un modo también de democratizar el conocimiento, la cultura y la sociedad misma.
No pretendemos enseñar murga, ni tampoco formar artistas. Sino acercarles los lenguajes artísticos presentes en la murga, que les permitan nuevos y distintos modos de comunicación y expresión, desarrollando las competencias individuales interrelacionadas con lo social, a través de la sensibilización, la experimentación, la imaginación, y la creatividad. Para lograr esto es necesario primero crear un ambiente de confianza y de cooperación en el grupo de clase. Entendemos que los sujetos son sujetos históricos, con experiencias y saberes. Con una visión propia del mundo. Lo que nosotras proponemos es brindar algunos conocimientos que creemos que pueden ser necesarios para acceder otras experiencias creativas existentes, que quizás conocen o que quizás no; que puedan saberse capaces y con derecho a disfrutarlas y también a producirlas.

Docentes... ¿Murgueros?

La murga sirve para pensarnos. La satíra, la manifestación cómica de cosas que quizas no podriamos decir de otra manera. Los invito a ver "Las Mestras" de la murga uruguaya Agarrate Catalina.


Bibliografía:
BIRGIN, A. (2006) - Ponencia del Congreso "Los significados de la Educación del Siglo XXI"
Ross, N. – El lenguaje artístico, la educación y la creación.
Canal Encuentro: https://www.youtube.com/watch?v=waCmnf4j82Y

jueves, 13 de marzo de 2014

¿Por qué alfabetizar a través de la literatura?


Las palabras son todo lo que nosotros queremos, son canciones, puertos, preguntas, exclamaciones, pero lo más importante son una forma más de comunicarnos, sobre todo la palabra escrita, que queda plasmada para siempre. Las palabras dicen mucho (Si, No, ¿Qué?, Hola) pero a veces no tanto, es por eso que necesitamos del contexto, es decir si hablamos de la palabra escrita necesitamos del texto completo para tener una mayor comprensión de lo que se está intentando decir, y no un fragmento, sino el texto completo, el real.
Muchas veces cuando se pretende enseñar a leer y a escribir a los niños de primer grado o jardín, se suele creer que un texto es muy complicado, que mejor empezar por las silabas o palabras sueltas, repetirlas y leerlas hasta que salgan. Pero hoy podemos decir que hay otros caminos por los cuales podemos llegar a abordar la lectoescritura de los niños/as sin que les resulte algo tedioso. La literatura puede ser uno de esos caminos alternativos, para abordar el texto, y no solo eso, sino que además se pueden tratar el paratextos, lectura de imágenes, colaborar a la creación de los chicos, y muchas cosas más que nos propone enseñar el diseño curricular en primer grado, que suele parecernos mucho. Lo principal es saber elegir las obras que vamos a trabajar en  un 1º grado a la hora de alfabetizar a los niños/as. Sabemos que no todas las obras son adecuadas para los niños de primer ciclo, por el nivel de complejidad de los mismos y además la particularidad de intereses que se puedan llegar a encontrar dentro del aula. Para esto los y las docentes debemos tener un amplio conocimiento de obras infantiles  para poder ofrecerles a ellos cosas que creemos que les pueden interesar, recordemos que alguien no puede estar motivado por algo que no conoce que se le presenta de mala gana o desanimo. Para esto podemos consultar a los niños sobre su experiencia previa con literatura, que les gusta, que les han leído, consultar en la biblioteca que libros hay, cuales podemos usar, incluso podemos consultar a otros docentes que han estado en primer grado por algunas recomendaciones en obras literarias infantiles.  
Una vez que tenemos la mayor cantidad de de obras posibles: cuentos, novelas, fabulas, leyendas, cuentos orales, tradicionales, poesías, etc., el trabajo que se puede hacer con ellos es inacabable. Recordando también que cada de ellos como colectivo e individualmente irán haciendo aportes de acuerdo a su contacto tanto con la lengua oral como la escrita; enriqueciendo el trabajo dentro del aula. Esta propuesta puede que suene un poco agotadora y que se pregunten ¿Cómo a través de cuentos los niños van a aprender a leer y escribir? Métodos para ello hay varios. Pero lo interesante de esta propuesta es que a raíz de algo literario podemos trabajar las dos cosas al mismo tiempo. Una voz familiar que comience la jornada leyendo algo de literatura, esa que compensa los esfuerzos individuales en la lectura y en la escritura. Una lectura en voz alta que  armonice, anime, acaricie, que acreciente la confianza de un espacio alfabetizador, aportando a lo comunicacional, al repertorio verbal, haciendo que los sentidos  de los niños vuelen, y hasta se pueden contagiar las ganas de transmitir algo, comunicar. Pero no alcanza solo con contagiar, debemos enseñar. Y porque no a través de algo que a ellos les interese: trabajar con el titulo de ce algo que hayamos leído, con un personaje, describirlo, dibujarlo, leer esas descripciones.
Tradicionalmente, las discusiones sobre la práctica alfabetizadora se han centrado en la polémica sobre los métodos utilizados: analíticos, sintéticos; fonéticos, globales, etc. Ninguna de esas discusiones ha tomado en cuenta lo que ahora conocemos: las conceptualizaciones de los niños acerca del sistema de escritura. Ellos traen conocimientos, ¿por qué no utilizarlos como base de nuestras propuestas de enseñanza? En palabras de Emilia Ferreiro debemos decir que si no consideramos al sujeto que aprende como una tabula rasa en las que vamos a inscribir las letras o las palabras, si consideramos que las facilidades o dificultades en el aprendizaje de la lengua solo radican en el sujeto que aprende, debemos aceptar tambien que los métodos (como secuencia de pasos ordenados para acceder a un fin) no ofrecen más que sugerencias, incitaciones, y no practicas rituales ni mucho menso un conjunto de prohibiciones. El método no puede crear el conocimiento. Los niños deben ser los dueños de su proceso de construcción del conocimiento, usando lo que ya saben y la guía que le dara el docente a lo largo de toda su escolaridad.




Bibliografía:
Ferreiro, E. (1998) Alfabetización: teoría y práctica. Ed. América Latina.

Ramos, M. C. (2013) La casa del aire. Ed. Ruedamares.